2019: ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER

El 9 de mayo de 2019, y acompañado por Jesús Martín, alcalde de Valdepeñas, por Manuel López, concejal de Cultura, y por Azucena Fernández, miembro de la Asociación Española Contra el Cáncer de Valdepeñas, presenté mi segundo cuento ilustrado en la Sala de Usos Múltiples del Centro Cultural "La Confianza" ante un nutrido foro de asistentes. Después de atender a los medios de prensa, a los que agradezco desde aquí su asistencia (y en especial a Maite Guerrero, que me cedió sus fotos para el blog), comenzamos con la charla.






Los cuatro ponentes hicimos de la presentación una amena velada, intercalamos anécdotas y narramos experiencias literarias. En mi caso expliqué cómo comencé a escribir para el público infantil, pues en realidad todo empezó de chiripa. Ocurrió en 2010, en una época en la que me dio por la fotografía y participaba en concursos a lo loco… Cada semana mandaba sobres certificados a un sitio distinto de España. En esa vorágine de búsquedas de concursos por internet, di con uno de cuentos infantiles de casualidad. Leí las bases y me animé a participar porque tenía uno medio escrito que se adaptaba a la temática y al número de páginas, así que lo finalicé y lo mandé.


Yo seguí enviando fotos, dentro de mi locura fotográfica de aquel momento, pero al cabo de unos meses recibí una llamada un fin de semana que me dejó de piedra:
- ¿Diga? Hola, sí, soy yo... ¿Que he ganado el primer premio? ¡¿De verdad?! ¡¿Y cuándo es la entrega?! ¡Sí, sí, claro, allí iremos a recogerlo, muchas gracias! ¡Adiós!

Colgué y mi mujer se asomó por la puerta, pues había estado poniendo la oreja y se había enterado de la conversación (lo normal).
- ¿Qué pasa? - me preguntó.
- Que he ganado un concurso… Tenemos que ir a Asturias al acto de entrega. ¡Nos pagan el alojamiento y todo! 
- ¿De qué es el concurso? 
- Pues... no lo sé, con la emoción no he preguntado... - le dije. 
- ¿Y en qué consiste el premio? 
- Ahivá, ni idea, tampoco me lo han dicho - musité. 
- ¡Madre mía, no te has enterado de nada! ¡Dame el tfno, que los llamo ahora mismo! - exclamó ella con aspavientos, aunque no llegó a llamar. 

Yo me puse a rebuscar de inmediato entre los albaranes de los certificados de correos para ver qué demonios había enviado a Asturias, que era el único dato útil que tenía... ¡Y  cuando lo localicé, descubrí con asombro que no era un premio de fotografía, sino de cuentos infantiles! ¡Menuda sorpresa!


El caso es que fuimos a Asturias, obviamente, y al recoger el premio los componentes del tribunal me dijeron que el fallo había sido por unanimidad, que nunca se les había dado ese caso, y me llenaron de halagos. Me comentaron que se habían reído mucho con la lectura de mi cuento, y que valía para eso, por lo que me animaron a seguir escribiendo.
Entre eso y que luego me emborracharon a sidra después del acto, me lo creí y me vine a mi pueblo más ilusionado que McGiver en un Leroy Merlin...

De aquel viaje regresé con nuevas ideas y proyectos. Dejé a un lado la fotografía y me centré en la narrativa infantil, y de ahí surgió “Las 7 vidas de Mawiwi”. Y esos fueron los orígenes de este entretenimiento que me he buscado y que me ocupa las tardes, los fines de semana, los festivos y las vacaciones... Mi mujer me dice que a ver si triunfo y nos quitamos los dos de trabajar, pero donando los beneficios a organizaciones o asociaciones que luchan por causas nobles, me parece que no llevamos buenas marchas...

Retomando la ponencia, mi anécdota de la llamada telefónica que recibí cuando gané el concurso y en la que no me enteré de nada, derivó en otra divertida narración del alcalde por otra llamada que le hicieron también... ¡solo que en este caso fue el emérito rey Juan Carlos ni más ni menos! Jesús Martín fue portada del Mundo en 2007, y como consecuencia se hizo famoso a nivel nacional. Esto hizo que don Juan Carlos lo llamara personalmente para felicitarle. El caso es que tras charlar con él, Jesús se lo contó de inmediato a su pareja.
- ¿Y qué te ha dicho el rey? - le preguntó.
- Pues no me acuerdo, con la emoción de la llamada me he quedado absorto.
Jesús quiso explicarnos que mi reacción fue normal, que cuando uno recibe una llamada tan inesperada no se centra en la conversación, ni sabe qué decir, ni se acuerda luego de la mitad de lo hablado. 

Y esta fue la presentación de mi segundo cuento ilustrado, al que he dedicado más horas que un guionista de “Cuéntame cómo pasó”. No obstante estoy orgulloso del resultado, no solo por ser una edición muy cuidada, con material de primera y a todo color (que eleva un riñón el coste de la impresión, por cierto), sino porque está divirtiendo mucho al público infantil, o al menos eso me dicen los niños y niñas que se lo han leído. Sin ir más lejos, Carmen Roncero, una de las asistentes, ¡se lo leyó en tan solo dos días de lo que le estaba gustando! ... Otra madre se acercó al final de la presentación para decirme que su hija se lo había leído incluso en menos tiempo, ¡en un día! No obstante, no quise entrar en guerras de madres por si se liaba la cosa...

Finalmente cerré mi intervención dando las gracias a:
1) Manuel López, concejal de Cultura, por la organización del evento y por ofrecer el incomparable marco en el que nos encontrábamos. 
2) a AECC Valdepeñas por apoyarme en la campaña, y en especial a Azucena Fernández (persona muy querida y conocida por su papel en la asociación), por el esfuerzo que hizo por venir. 
3) a Jesús Martín, alcalde de Valdepeñas, porque estaba en plena campaña y tenía mil asuntos y compromisos, y buscar ese hueco en su agenda no fue fácil. También debo mencionar los consejos que me dio para moverme por el mundo editorial y no dejar este cuento en una simple edición "de andar por casa"
4) a Carmen Maroto, mi mujer, a la que le he dado la tabarra tantas tardes pidiéndole opinión sobre los dibujos: que si este color, que si el otro, que si esta frase, que si la otra…. También le agradezco que se ocupara del trasiego de la venta de los libros, atendiendo a todo el mundo. 
5) a mis padres, Pepe y Juani, por animarme desde un principio a ilustrar mis cuentos. Ellos me dieron esa confianza que yo no tenía. ¡De hecho para Mawiwi llegué a contactar con un dibujante local para que lo ilustrara! ¡Menos mal que me quitaron la idea y al final los hice yo! Debido a eso puedo decir que todo el curro es mío, textos y dibujos, por lo que me siento más pleno con el resultado. 
6) a mi amiga Mariví de la Hoz, por el hecho de leerse cien veces el borrador del cuento para revisar los cambios que le iba haciendo y darme su opinión. 
7) a David Casado (que está casado con Mariví, valga la redundancia), por darme alguna que otra clase práctica de "Fotochop" (no quiero hacer publicidad). Bueno, a Mariví y a David los he utilizado también para crear dos personajes, ¡¡así que les debo incluso la cesión de sus derechos de imagen!! ¡Espero que no me denuncien!
8) a librería TBO por colaborar con la campaña desinteresadamente, sin obtener ningún beneficio, lo cual es de alabar porque al fin y al cabo prestan su local para la divulgación del libro y la obtención de fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer. Gracias desde aquí a Lydia y a José Luis Olmedilla. ¡Se necesita más gente como vosotros! ¡Sois únicos! 
9) a todos los presentes por su asistencia, por cederme una hora de su tiempo y por acompañarme. Obviamente, sin público este acto no hubiera tenido sentido. 

Después de responder algunas preguntas, firmé y dediqué ejemplares. Hice hincapié en que con la compra del cuento no solo me ayudaban a mí, también ayudaban a AECC Valdepeñas, que es más importante, sin duda. Aquí dejo algunas imágenes del momento de las rúbricas.


Con mis amigas Mariví de la Hoz, Carmen Merlo y María Jesús Rodado.




 Con Paqui Madrid y una pequeña seguidora de mi obra.




 Con mi primo Miguel, mi tío Miguel (el padre, que se quebró mucho los cascos para el nombre del hijo), mi tía Lola y mi tío Luis.





 Con mis amigos Pedro Coronado, su prima Visi y la esposa de Pedro, Rocío Mota. 



Con mis amigas Maricruz y Paqui Martín, y Juan Carlos Cejudo.


Imágenes de la librería TBO, comercio que colabora en todas las actividades que organizo para la obtención de fondos para causas solidarias, en calle Virgen 56:





Al final de las firmas, cuando ya no me sentía la mano, nos fuimos a la "Venta del Comendador" a tomar algo y despedir el día. Yo al menos tenía la lengua igual que los gatetes, áspera y seca... Gracias desde aquí a Jesús, gerente del Comendador, por rebajarnos los precios de las consumiciones por la finalidad benéfica del evento.

De izquierda a derecha, con mis amigos y amigas Mariví de la Hoz, Visitación Coronado, Maite de la Hoz, David Casado, Raquel Casado, Carmen Merlo y yo.


Enlaces a noticias sobre la presentación:








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